Viajar en crucero es, indudablemente, una de las mejores maneras de conocer distintos lugares del mundo con gran comodidad. Y, por supuesto, pocas regiones del planeta resultan tan atractivas como las costas del Mediterráneo, que contienen una historia espectacular que descubrir, además de grandes ejemplos de arquitectura, gastronomía y paisajes de una belleza impresionante.
Para descubrir esta región puedes reservar un viaje en uno de los barcos de las principales navieras, que ofrecen altos estándares de gran calidad en cuanto a la tipología de estancia (camarotes interiores o con ventana, suites con balcón o terraza), e incluso a la variedad gastronómica, las zonas de relax y fitness, los programas de entretenimiento y, por descontado, los itinerarios con excursiones a tierra.
Entre los destinos estrella del Mediterráneo se encuentra La Goleta (La Goulette), pequeña ciudad situada en el punto ideal para conocer Túnez capital y otros rincones de este país ubicado en el norte de África. Si estás pensando en disfrutar de un crucero con parada en Túnez, aquí te mostramos qué puedes visitar y qué ver en Túnez en un día de crucero.
La Goleta (La Goulette), el puerto principal
La mayoría de barcos de cruceros con escala en Túnez amarran en La Goleta, el gran puerto de cruceros del país, a apenas diez kilómetros del centro de la capital. Desde este punto de entrada es muy sencillo organizar visitas a los lugares imprescindibles de la zona. El área portuaria es muy animada y cuenta con cafeterías, tiendas y restaurantes donde probar la mejor gastronomía tunecina.
Desde La Goleta podrás visitar el Museo Nacional del Bardo, instalado en un palacio hafsí del siglo XV y célebre por su deslumbrante colección de mosaicos romanos, además de esculturas y piezas arqueológicas que recorren la historia del país. Otra visita singular es el Mausoleo Tourbet El Bey, última morada de los husainitas, cuya arquitectura mezcla influencias italianas y el repertorio otomano en un conjunto tan solemne como refinado que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Asimismo, te recomendamos acercarte a los restos de las Termas de Antonino: aunque hoy solo se conservan algunas partes del frigidarium, sótanos y otros elementos dispersos, el conjunto te dará una idea de cómo de espectacular pudo haber lucido en su día. Para completar la ruta, puedes visitar la Mezquita Zitouna, las Cisternas romanas de la Malga o el Palacio Ennejma Ezzahra. Si te encuentras comparando propuestas para la próxima temporada de vacaciones, te recomendamos echar un vistazo a las novedades de cruceros 2026 que encontrarás a través de nuestro buscador, Cruceros Mediterráneo.
¿Qué ver en Túnez capital en un día de crucero?

Si te preguntas qué ver en Túnez en un día de crucero, la respuesta pasa por combinar una visita a su Medina histórica junto con el eje moderno. La Medina de Túnez, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un entramado de callejuelas que contienen zocos de artesanía, cuero, perfumes, lámparas, alfombras, etc. En la Medina, toda gira en torno a la espectacular Mezquita Zitouna, corazón espiritual del casco antiguo, cuyas arcadas y patio invitan al silencio entre el bullicio.
Muy cerca se esconden pequeñas joyas como la Madrasa Slimaniya, que destaca por sus azulejos de cerámica de gran calidad, elaborados en el siglo XVIII, o la Mezquita Hammouda Pacha, con su inconfundible minarete octogonal y detalles florales labrados en piedra.
Para sentir la vertiente más contemporánea de esta ciudad, te recomendamos caminar hasta la Avenida Habib Bourguiba, eje de la ciudad moderna, y buscar la Torre del Reloj, uno de los principales puntos de encuentro de la ciudad. Justo enfrente se alza la Catedral de San Vicente de Paúl, testimonio de la diversidad religiosa y cultural que ha marcado la historia de esta capital.
Si te preguntas qué más puedes ver en Túnez en un día de crucero, puedes completar la visita acercándote a la Plaza de la Kasbah, donde encontrarás tanto edificios gubernamentales como templos, cuestión que nos habla de ese diálogo permanente entre pasado y presente de Túnez.
Visitar la zona arqueológica de Cartago
Al norte de La Goleta encontrarás la espectacular zona arqueológica de Cartago, una de las páginas más fascinantes de la historia mediterránea. Fundada por fenicios en el siglo IX a. C. y reconstruida como urbe romana tras su destrucción, el yacimiento se distribuye en distintos sectores que merece la pena descubrir.
El anfiteatro romano, ubicado al oeste de la colina de Byrsa, se encuentra relativamente en buen estado; frente a él, los vestigios del Odeón, el teatro griego y del romano, se encuentra enfrente del Odeón y que fue restaurado en el siglo XX y que aún hoy alberga todo tipo de espectáculos escénicos.
La Acrópolis de Byrsa tiene un gran valor simbólico: hoy se elevan aquí la antigua catedral de San Luis y el Museo Nacional de Cartago, que reúne hallazgos de las excavaciones y relata, con piezas cotidianas y artísticas, la evolución de esta ciudad de origen púnico-romano. Desde la colina, la belleza de la vista del golfo de Túnez y de los puertos púnicos te dejará sin palabras.
Junto al mar se alzan los restos de las Termas de Antonino, uno de los complejos termales más ambiciosos del Imperio, y el Tophet, santuario púnico dedicado a los dioses Tanit y Baal. Si te consideras amante de la arqueología, no podrás negar que esta excursión a tierra encaja muy bien en cruceros con escala en Túnez por su cercanía a La Goleta.
Sidi Bou Said, el Santorini de Túnez

Muy próximo a las ruinas de Cartago encontrarás el acantilado en el que se ubica Sidi Bou Said, pueblo de puertas azules, paredes blancas encaladas y buganvillas que desprende un atractivo especial. Sus callejuelas empedradas albergan miradores que ofrecen unas espectaculares vistas de la bahía, galerías de arte, talleres de música andalusí y cafés con balcones abiertos al Mediterráneo. Sentarse en una terraza y contemplar cómo la luz de la tarde va cambiando es uno de esos pequeños lujos por los que merece la pena hacer un crucero para descubrir Túnez.
No es casual que muchos lo apoden el “Santorini de Túnez” debido al contraste entre el blanco y el azul, las subidas y bajadas entre las casitas y el paisaje marino que invitan a pasear y perderte entre sus callejuelas. Para obtener fotos icónicas e inolvidables, te recomendamos buscar las vistas de las terrazas escalonadas o desde los miradores más elevados del pueblo.
Como extra, puedes visitar El Djem
Si tu itinerario te lo permite, El Djem merece desviarse para conocer un lugar impresionante. Queda lejos para qué ver en Túnez en un día de crucero, pero su anfiteatro romano, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, rivaliza en monumentalidad con el Coliseo Romano, también llamado Anfiteatro Flavio. Levantado en el siglo III d. C., se estima que en su día podía reunir más de 30.000 espectadores.
Pasear por sus galerías, subir a las gradas y asomarte al óvalo central transmite te dará una idea de cómo pudieron ser los grandes espectáculos romanos de la Antigüedad en el norte de África. Para los viajeros que buscan una experiencia arqueológica mayúscula en cruceros con escala en Túnez, El Djem es la excursión perfecta cuando dispones de dos o tres días en la zona o incluso si quieres realizar una visita por tu cuenta más adelante. Los cruceros con escala en Túnez son, en definitiva, una invitación a descubrir un país cercano y sorprendente. Si quieres descubrir una cultura distinta, impresionantes muestras de arte y patrimonio y unos paisajes de ensueño a orillas del Mediterráneo, Túnez es un país que no te defraudará.












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